Antes que las naves

Antes que las naves del corsario arrasen con mi puerto, tomaré mi saco de dormir, el cepillo de dientes, tu fotografía y partiré a recorrer los caminos agrestes de tu campiña, buscando el árbol que nos cobijó aquella noche de nuestro encuentro, buscando el arroyo que nos ayudó a despertar y sació nuestra sed, buscando el nido abandonado de aquellos pichones recién nacidos de la alondra que con trinos vistió de arpegios nuestro amanecer; buscando bajo las piedras del camino las palabras que aquella noche no encontré, cuando quise escribir mi mejor poema en la albura y tersura de tu piel.

Y espero que el tiempo me acompañe, que el frio no congele mis falanges escritoras, que los baches y piedras del camino no me hagan tropezar y caer; y que el viento del norte no entorpezca el caminar por los senderos de tu tierra.

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martes, 24 de septiembre de 2013

Con fecha de vencimiento



Busco un abrazo franco y bien apretado,
que estruje el cansancio y espante el frío.
Un estoy contigo sincero y sin rodeos,
que no se camufle en palabras vanas.
Y un te quiero escrito con letras verdaderas,
sin comas ni puntos, pero sí, bien acentuado.

Busco la caricia de manos entregadas y tiernas,
que suavicen las asperezas ganadas en el camino.
La saliva de una boca ardiente y ansiosa,
que lave besos de labios que ya se fueron.
Y el sudor destilado de un cuerpo caliente,
que riegue los surcos resecos, por el tiempo arados.

Busco un manto de piel tejido en telar de vida,
que traiga envuelto deseo salvaje, pero sutil,
para que aplaque el apetito de este animal hambriento.
Porque la libido que iluso ahorre en el tiempo,
mi calendario hoy me recuerda que urge  usarla.
Puesto que, falta poco, para su fecha de vencimiento.

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