Antes que las naves

Antes que las naves del corsario arrasen con mi puerto, tomaré mi saco de dormir, el cepillo de dientes, tu fotografía y partiré a recorrer los caminos agrestes de tu campiña, buscando el árbol que nos cobijó aquella noche de nuestro encuentro, buscando el arroyo que nos ayudó a despertar y sació nuestra sed, buscando el nido abandonado de aquellos pichones recién nacidos de la alondra que con trinos vistió de arpegios nuestro amanecer; buscando bajo las piedras del camino las palabras que aquella noche no encontré, cuando quise escribir mi mejor poema en la albura y tersura de tu piel.

Y espero que el tiempo me acompañe, que el frio no congele mis falanges escritoras, que los baches y piedras del camino no me hagan tropezar y caer; y que el viento del norte no entorpezca el caminar por los senderos de tu tierra.

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domingo, 22 de junio de 2014

Poemas pequeños que quizás no dicen nada (5)

Vicente Herrera Márquez


Una bruja o una gitana
 
Quiero respuesta a mis preguntas, pero repuestas verdaderas.
No sé si quien responda sea rubia o morena,  pero si debe ser  una bruja o una gitana.
Cualquiera de ellas satisfará mis inquietas inquietudes.
Que no sea un chamán o un adivino, los hombres no sabemos de estas cosas
 y nos enredamos en explicaciones, muchas veces sin sentido.
Que sean mujeres que me expliquen lo inexplicable del sentir de otras mujeres. 

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